Fluye


 La fluidez es uno de los seis pilares de los que se compone el Pilates. Realizar los movimientos sin generar rigidez, sobrepasando los límites de nuestro cuerpo, dejando que el movimiento trascienda más allá. 

Durante la práctica la visualización de moverse como las hojas de un árbol o con la fluidez que lo hacen las olas del mar nos ayudará a comprender mejor sensación que estamos buscando. Mediante esta visualización facilitaremos la conexión con nuestro cuerpo para relajar cualquier tensión que estemos generando.


No obstante, esta sensación de fluir con el movimiento, con la situación, con el momento no debe quedarse en el mat. Aprender a extrapolarlo fuera de la práctica, a nuestra vida diaria es una pieza más para vivir bajo la filosofía del método Pilates.

Si no llevas mucho tiempo practicando no te preocupes. Previamente a interiorizar la fluidez como algo innato en ti hay que mecanizar y adoptar en tu vida otras prácticas que se aprenden antes de comenzar a poder fluir en el entrenamiento. 

Todo llega en su debido momento, no intentes forzarlo. Disfruta del proceso y de lo que te regala cada punto en el que te encuentras.


Una vez que esa fluidez se traspasa a tu vida, originándose de manera innata con cada acción que realizas, se crea un ecosistema completamente nuevo en ti y en tu entorno. Poco a poco irás descubriendo como dejas de intentar forzar que las cosas sucedan, simplemente esperas desde la paciencia, la comprensión, el respeto y la expectación todo lo que esté por venir. 

Sinceramente, soy una fiel defensora del destino y de las energías. Considero que si algo debe suceder o no debe suceder, si algo debe llegar o si no debe llegar depende del destino. Seguro que en vuestra vida os habéis encontrado cosas que por mucho que habéis trabajado y por mucho que os habéis esforzado para que sucedan o no sucedan (según el caso), ha terminando sucediendo justo al contra de lo que se pretendía. En contrapartida, en otras ocasiones las cosas con un poco de intención han ido sucediendo rodadas o han dejado de suceder sin prácticamente esfuerzo. 

En este punto, la filosofía de dejar fluir las cosas y estar a la expectativa de ellas, sin adelantar acontecimientos, sin juzgar de antemano es una perspectiva de vida muy sanadora mentalmente. Gracias a esa manera de afrontar las situaciones eliminamos toda esa ansiedad que nos generamos nosotros mismos queriéndonos adelantar a los acontecimientos del futuro. Lo único que tenemos en nuestra mano es el presente, él aquí y él ahora es lo que podemos moldear y gestionar. ¿Por qué nos enfocamos en quitarle atención al presente y vivir anticipando el futuro entonces?


Con lo mencionado no quiero dar a entender que el 100% de nuestra vida depende del destino, ni mucho menos. Pero sí que debemos considerar que agobiarnos en el presente por el futuro e ignorar lo que sucede en el presente va a dificultar mucho más llegar a las metas futuras que sí solo nos preocupamos por el presente. 

Fluye en el presente, acepta las cosas tal y como vienen y moldéalas todo lo que esté en tu mano para que lleguen o al menos se acerquen a la meta que tú quieres. Si tú con los medios presentes proyectas lo que verdaderamente quieres, el futuro traerá esa recompensa. No necesitas estar en el presente pendiente constantemente del futuro porque es lo que va a canibalizar tu objetivo futuro. 


Fluye con el presente hacía un futuro lleno de comprensión y aceptación...



 

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