Aprender a soltar


En esta nueva publicación quiero traeros un tema para poner en práctica.

Hoy quiero hablar sobre el nudo que muchas veces tenemos en nuestra mente de cosas que nos preocupan o nos tienen inquietos. Si, esas cosas que están todo el día rondándote la mente, pero que en especial aparecen cuando te vas a dormir, privándote del sueño.


Cuántas veces nos hemos encontrado en la cama, dando vueltas sin poder conciliar el sueño. Tu cuerpo esta cansado y necesita dormir, pero tu mente está intranquila y no deja de dar vueltas. Cuanto más intentas parar tu mente más se activa. Consigues controlar un pensamiento y seguido aparecen nuevos temas que empiezan a rondarte y a reactivar de nuevo esa intranquilidad. 

Durante mucho tiempo yo misma he sufrido esto. La ansiedad, los nervios incontrolables por algo, preocupaciones por temas que no estamos sabiendo gestionar... se convierten en un lastre que nos llegan a privar de algo tan necesario como el dormir. 


Es inevitable que a nuestra vida lleguen preocupaciones y es imposible tener siempre todo bajo control para que las situaciones no nos sobrepasen. Sin embargo, tu puedes crear límites y permitir que las cosas impacten en tu vida hasta el punto donde tú quieras.


Hace un tiempo que llevo realizando esta práctica y a día de hoy, puedo decir que en la gran mayoría de las situaciones me ha funcionado. Cuando siento que una situación se está descontrolado en mi cabeza, generándome una cascada de pensamientos, paro lo que esté intentando hacer y me dedico unos minutos a escuchar a mi cabeza con atención. Observo esos pensamientos detenidamente y a continuación, gestiono lo que esté en mi mano para solucionar la situación. Todo lo que no está en mi mano simplemente lo suelto y lo dejo ir, explicándome con argumentos que por mucho que le dé vueltas no voy a poder cambiar nada por el momento. 

Una vez habiendo hecho este proceso, cambia completamente de tercio y lleva tu atención de nuevo a la acción que paralizaste y enfócate 100% en realizarla. Si estabas intentando dormir, simplemente adopta una postura cómoda, deja caer todo el peso de tu cuerpo sobre el colchón, cierra los ojos y pon toda la atención en la respiración. 


De eso se trata, de soltar cualquier pensamiento para poder estar en paz.  


Nuestra cabeza solo pide que la escuchemos y desde la razón le ayudemos a comprender lo que todavía el subconsciente no ha sido capaz de entender. No se trata de ignorar lo que nos pretende decir, ni de enterrar esos pensamientos. Se trata de escucharla, entenderla y darle lugar a lo que nos intenta transmir.


Suelta y deja ir para sentirte libre y sin ataduras...


 


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